Yeniffer Correa |
Los seres humanos poseemos virtudes, cualidades pero también debilidades, en el entendido que no somos perfectos, un día se ríe, otro sellora etc. Desde los primeros años de vida, nos inculcan valores, nos enseñan a tener buenas costumbres, pero no nos indican como hacer críticas constructivas y de opinión cuando se trata de expresar inconformidades.
Si seleccionamos la crítica objetiva y no subjetiva, enseñamos a los demás a educarse sobre los errores y realizamos un aporte. Cuando no se realizan juicios de crítica, los procesos tienden a no mejorar y permanecer estancados y nosotros nos permanecemos como espectadores y la opinión se convierte en crítica, nada más, mientras no hacemos nada para mejorar las situaciones que se nos presentan en la vida cotidiana.
Heráclito de Éfeso, afirmaba que el hombre debe ser un ser cambiante, es decir, que debemos permanecer atentos a la mejora y al aprendizaje, por lo cual es necesario evolucionar a la par con las exigencias de la actualidad, ya que cada vez se nos presenten mayores retos.
En este sentido, es posible afirmar que el camino sigue latente, ya que dentro de todos los seres de la naturaleza el hombre es el privilegiado por su capacidad de raciocinio y tiene la posibilidad de labrar su propio destino; así que sólo depende de él lo que puede llegar a hacer de la humanidad y del mundo dentro del presente y futuro.
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