TRINIDAD ARAGONEZ |
Perdonar es aceptar y reconocer que esa otra persona que lo hirió o lo ofendió es una extensión de usted mismo, otro hijo de Dios.Póngase en su lugar y véalo como un ser evolucionando, incluso como un maestro. En cada circunstancia que era lo que necesitaba aprender. Confié en cada experiencia vivida es perfecta, todo tiene un sentido, nada ni nadie llega por casualidad a nuestras vidas. Los fracasos y los triunfos experimentados forjan la persona que es usted hoy en día. Si alguien le hace daño o rompió su corazón perdónelo y dele las gracias por que le enseñó la importancia de perdonar.
Perdonar es pasara la pagina, cerrar el ciclo, soltar, liberar, oxigenarse. Decidir no desgastarse más y seguir adelante con tranquilidad.
Perdonar implica además dejar de emitir juicios. Evite juzgar y criticar. Cada vez que “evalúa” a alguien, esconde sus propias debilidades. Por otro lado tampoco hay necesidad de defenderse ni justificarse. Lo único que puede controlar es lo que habla, lo que dicen lo demás está fuera de su alcance y no lo debe afectar. Analice también la forma cómo reacciona ante los juicios de otros
El perdón pone fin a todo sufrimiento. Claramente la liberación del sufrimiento siempre empieza por casa. Es por esto que el primer acto de perdón que se debe ofrecer es el perdón hacia uno mismo.
En el camino de la vida todos tropezamos, caemos, nos levantamos y seguimos adelante, el equivocarse ni lo hace menos valioso; acéptese como lo que es: Un ser maravilloso y amoroso, perdónese sabiendo que cada momento ha hecho lo mejor que sabía hacer. Despídase de la culpa y libérese de su carga. Si hay paz interna no importa los remordimientos externos.
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